Y él, tan lleno de excusas que vomitar. Y yo, tan ilusionada de sus palabras.
Que cada vez que me lleno de odio y de angustia, me embalsama de miel la vida.
Encacillaría el momento perfecto para luego destrozárselo en la cara. Pero lo defendería a muerte si algún otro lo tocara.
Que cada vez que me lleno de odio y de angustia, me embalsama de miel la vida.
Encacillaría el momento perfecto para luego destrozárselo en la cara. Pero lo defendería a muerte si algún otro lo tocara.
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